Increíble que lo conozca hace 14 años, un proverbio que tiene el peso de un cachetazo en la cara. Vas caminando por la vida (o corriendo, o arrastrandote) cuando de repente aparece "Incluso los monos se caen de los árboles", te "¿obliga?" a revisar las cosas que das por sentado, trae al frente de la fila eso que uno ya sabe: no hay que confiarse. no hay que confiarse. no hay que confiarse. hay que prestar atención a los detalles. hay que tener cuidado con los detalles. hay que estar concentrado. hay que dejar de lado las distracciones.
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